Usualmente los reportes de cambio climático apuntan a alertar sobre cambios que ponen en peligro al hombre, pero se olvida que los mismos cambios afectarán a la flora y fauna del planeta, y la vida del hombre está ligada a la supervivencia de otras especies de animales, no podemos seguir considerando impactos aislados, y debemos observar los ecosistemas regionales como lo que son, sistemas que guardan un especial equilibrio en el que todas las especies son interdependientes, incluyendo a los humanos y no podemos seguir midiendo los riesgos solo en función de la raza humama.
El dato se desprende del último informe presentado en la revista Nature, documento que reporta que casi el 80% de la población del mundo se encontraría en riesgo debido a la contaminación de ríos y fuentes de agua dulce. Se estima que unos 5 millones de personas viven en zonas donde las fuentes de agua dulce se encuentran en peligro, y en la escala de peligro, hay aproximadamente 3.4 millones de personas bajo la categoría de amenaza más grave.
Los científicos explicaron que en los países desarrollados se utilizan embalses y represas para la conservación de agua, pero esta es una estrategia que funciona para los humanos, pero no para la naturaleza. Los investigadores resaltaron que los países en desarrollo no deberían seguir este modelo y deberían buscar alternativas en las que se combine infraestructura con entornos naturales como cuencas, pantanos y terrenos inundables.
De acuerdo al mapa publicado, parte Europa, Estados Unidos, México, Perú, Venezuela el sur Brasil, gran parte de Africa y algunos países de Asia están en el umbral crítico que privaría a grandes poblaciones del acceso a agua. Los expertos opinan que solo para paliar este problema en el 2015 se necesitarìan unos 800 mil millones de dólares por año para pagar las inversiones en infraestructura de agua, un objetivo que posiblemente no se alcanzaría, pero, lo más preocupante es que en los países más pobre el panorama es aún peor.