La «sopa de plástico», es el nombre que le han puesto en Estados Unidos a una enorme masa flotante de piezas de plástico que amenaza la vida de cientos de especies que habitan en el océano Pacífico entre California y Japón. Los científicos afirmaban hace un par de años, que esta enorme mancha de desechos ocupaba el doble de la superficie de Estados Unidos y en algunas zonas llega a tener una profundidad de 30 metros. La contaminación marina sigue creciendo a un ritmo muy acelerado en esta zona.
El descubridor de esta enorme superficie cubierta de basura fue el oceanógrafo Charles Moore, quien participó en la competencia Transpac, y al intentar tomar una ruta distinta se topó con una enorme acumulación de plástico , tardando una semana en atravezar esta zona contaminada. Al retornar a Estados Unidos, Moore vendió sus empresas e inció su trabajo para dar vida a la Fundación de Investigación Marina Algalita (www.algalita.org) y el proyecto Plastic Debris (www.plasticdebris.org)
Moore calcula que el volumen de esta masa de plástico alcanzará una extensión equivalente a cuatro veces la superficie de Estados Unidos para el 2018. Durante su exposición en el portal TED (http://www.ted.com/talks/lang/eng/capt_charles_moore_on_the_seas_of_plastic.html), el oceanógrafo indicó que esta basura plástica llega al mar arrastrada por los ríos, y son solo los desechos más ligeros los que se observan flotando en la superficie, porque el plástico más pesado se hunde en el mar. Moore calcula que hay más de 100 millones de toneladas flotando en el océano.
Desastre humano
El Dr. Katsuhiko Saido de la Universidad Nihon en Chiba, Japón, ha identificado que los plásticos se degradan con mayor velocidad en el océano y liberan sustancias químicas contaminantes que no se encuentran en estado natural, afectando la vida marina.
Con la descomposición del plástico, por ejemplo, se libera una sustancia conocida como Bisfenol A, un componente tóxico utilizado para la fabricación de plásticos de policarbonato, que afecta directamente el sistema hormonal de los animales. Otra sustancia contaminante es el monómero de estireno que es un cancerígeno.
Pero toda esta contaminación incide también directamente en la salud de los humanos. Todas las sustancias químicas liberadas y microscópicas partículas de plástico son ingeridas por miles de peces, y estos peces a su vez alimentan a otros animales más grandes de la cadena alimenticia, y muchos de estos peces serán capturados para ser vendidos en los supermercados. «Un agricultor te puede asegurar que su producto es orgánico, pero ningún pescador del planeta te puede asegurar que el pescado que te ofrecen está libre de contaminantes» aseguró Moore en su conferencia en TED
El director de Algalita, indica que, solo para tomar el ejemplo de los albatros, cientos de miles de polluelos de albatros mueren con tapas de plástico, encendedores y otro tipo de basura. Moore asegura que su Fundación ha realizado cientos de necropcias de pequeños peces que son la base de la cadena alimenticia, y en un tercio de la muestra se hallaron abundantes trozos de plástico en sus estómagos. En un pez de solo 6.5 centímetros se encontraron 84 piezas de plástico.
El Dr. Saido informó que se encontró una contaminación de 150 partes por millón de componentes de plástico en descomposición en las muestras recolectadas en el Océano Pacífico. Se estima que hay millones de toneladas de plástico en el océano, y solo en Japón se limpian 150 mil toneladas de plástico de sus playas cada año.
foto satelital de la sopa de plástico
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