Según  la WWF China, el oso panda alcanzaría la extinción en dos o tres generaciones si no se consigue un mayor desarrollo del hábitat natural de los mismos. Fan Zhiyong, director del Programa de Especies de WWF para China, manifestó su preocupación porque el ritmo de construcción de nuevas urbanizaciones y el desarrollo humano amenaza el entorno en el que se desarrolla el oso panda, y de continuar esta tendencia, esta especie podría extinguirse en algunos años. De acuerdo a la clasificación establecida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el oso panda se encuentra dentro de las especies con un riesgo muy alto de extinción (clasificación EN en el rango de especies amenazadas).

“No debemos decir que está mal que el desarrollo avance. Nos estamos preguntando si, en el proceso de desarrollo, debemos y/o podemos, detenernos y pensar que, como un tesoro nacional de China y una especie protegida a nivel mundial, podemos hacer proyectos teniendo a los osos panda en cuenta. ¿Pueden nuestros planes de desarrollo tenerlos en consideración? Creo que es algo bastante razonable.”- expresó Fan Zhiyong.

Actualmente, hay sólo 1.000 ejemplares de osos panda en libertad -en reservas especiales protegidas por el gobierno chino- y otros 100 en zoológicos. A pesar de toda la atención prestada al panda y   los esfuerzos internacionales por salvarlo, el “tesoro nacional de China” sigue amenazado por los cazadores y por la destrucción de su hábitat.

El panda vive en las regiones montañosas del centro de China y se alimenta de los bosques de bambú;  un oso panda adulto necesita comer 14 kilos  de bambú al día. Sin embargo, con el correr de los años la población china ha migrado hacia las zonas habitadas por el mamífero, talando su fuente de alimento: los bosques de bambú. A esto, se le suma que los cazadores continúan siendo una amenaza para el animal, ya que su piel es muy codiciada en los mercados negros del Lejano Oriente.

Según un informe del Fondo Mundial Para la Naturaleza WWF, entre 1974 y 1989 se redujo en un 50% el hábitat adecuado en la provincia de Sichuan . Además, el terremoto de 8 grados que azotó China en el año 2008, destruyó más del 23 por ciento de las áreas protegidas, lo que significa un área de 354 kilómetros cuadrados, según un estudio de la Academia de Ciencias China en Beijing. El estudio publicado en la revista Frontiers in Ecology and the Environment e-view, indica que la parcelación del hábitat restante podría entorpecer la reproducción del panda porque su población se ha esparcido. Según manifiesta Weihua Xu, director del estudio, «estimamos que más del 60% de la población de panda gigante en libertad se vio afectada en alguna medida por el terremoto».

Para Elizabeth Kemf, directora de Información de las especies en conservación del WWF, es necesario mejorar las reservas de los pandas y crear pasillos interconectados para facilitar el encuentro entre machos y hembras, ya que ha sido demostrado que los pandas en libertad tienen una mayor tasa de reproducción que aquellos que se mantienen en cautiverio. Adicionalmente la especialista indicó que es necesario equilibrar las necesidades de la población y de los panda.

El gobierno chino ha creado 11 reservas en zonas en las que crece el bambú y se sabe que existen osos panda, pero mantener el equilibrio es una tarea difícil, en un país con más de mil millones de habitantes, que actualmente ganan mayor poder de consumo, demandando más tierra y recursos naturales.

«Los pandas gigantes necesitan zonas enormes de bosques montañosos con altas temperaturas y con gran cantidad de bambú; aquellos pobladores chinos que viven cerca de estos animales necesitan fuentes seguras de ingresos y mejorar su sustento, y China necesita la ayuda de los habitantes de todo el mundo para proteger su «tesoro nacional» para toda la humanidad», finalizó Elizabeth Kemf.