Los científicos de la Universidad de Ottawa, Luke Copland y Derek Muller, coinciden en que la temperatura media en el Ártico ha incrementado dos veces más a lo largo de los últimos cien años y que para el año 2100 tanto el espesor y tamaño de los glaciares de la región polar  sufrirán importantes reducciones. En Chile, la situación es parecida a la del norte de Canadá, los glaciares chilenos están retrocediendo en tamaño y espesor. Por esta razón, el pasado mes de abril el Consejo de la Comisión Nacional del Medio Ambiente aprobó la “Política Nacional de Glaciares”.

El objetivo de esta política es preservar y conservar los 3100 glaciares que hay en el territorio chileno. Estos glaciares ocupan una superficie de 25 mil kilómetros cuadrados y aportan el 80 por ciento del agua dulce del país, además regulan el clima y son una fuente importante de turismo, la investigación científica y los deportes de nieve.

La política de los glaciares examina la elaboración de un registro oficial de glaciares, el  que se actualizará periódicamente con información científica sobre cambios históricos. De esta forma todos los proyectos que tengan que ver con glaciares ingresarán al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Dicha política también contempla medidas para prevenir los conflictos del uso del agua provenientes de los glaciares. Asimismo, el estudio incluye indicadores respecto al uso de los satélites, en especial el norteamericano Landsat, el que observa la superficie terrestre en alta resolución.

Para Claudio Nilo, coordinador de la Política Nacional de Glaciares, la medida fija una dirección para todas las acciones públicas y privadas de cambio climático, biodiversidad, desertificación y manejo integrado de cuencas hidrográficas que involucran a los glaciares.

El anuncio de la nueva política de glaciares coincidió con la fragmentación del glaciar argentino Perito Moreno, el que por primera vez se rompió en invierno desde 1917. Según científicos argentinos, lo ocurrido es un fenómeno bastante frecuente y ocurre cada cierto tiempo cuando la presión del agua rompe la conexión entre el hielo del glaciar y la tierra. Los expertos han mencionado que no se debe relacionar la ruptura del glaciar con los efectos del cambio climático y el recalentamiento global, ya que el Perito Moreno es el único glacial de toda la Patagonia que no ha decrecido en los últimos años.