(Boletín Funiber 08 – 2009) Para el científico Stephen Hawking, la raza humana podría pasar a una nueva etapa, a un proceso de autodiseño en el que se descubrirá cómo modificar la inteligencia y el instinto de agresividad en el ser humano. El físico teórico ha vaticinado que se dará la tentación de mejorar características como el tamaño de la memoria, la resistencia a enfermedades o la duración de la vida.
Pero su planteamiento trae consigo nuevas interrogantes éticas. «Una vez aparezcan estos superhumanos, habrá problemas políticos graves con los humanos no mejorados, incapaces de competir. Presumiblemente morirán o se convertirán en irrelevantes. En su lugar, habrá una raza de seres autodiseñados que se mejorarán cada vez más a sí mismos,» afirmó el científico.
Hawking ha destacado que, en un mundo amenazado por graves peligros como el cambio climático o un posible conflicto nuclear, «la raza humana no debería poner todos sus huevos en la misma cesta, o en el mismo planeta; esperemos poder evitar que la cesta se caiga antes de haber esparcido la carga».
Respecto a su visión respecto a la nueva generación de científicos, Hawking ha mostrado su preocupación, pues a pesar que vivimos inmersos en un mundo de tecnología y ciencia, la gente se preocupa menos por investigar acerca de los fenómenos físicos y aún menos por sus actividades ordinarias, las que no relacionan con fenómenos de mayor consideración como el cambio climático.
Hawking ha mencionado que el único artífice de su futuro es el mismo hombre: «de la humanidad depende su supervivencia». Además, considera que el hombre tendrá que buscar un hábitat nuevo para evitar el cataclismo mundial y así poder sobrevivir. El científico opina que la raza humana deberá albergarse en el espacio porque de otra manera podría extinguirse, e indicó que por efecto del cambio climático se atravezarán situaciones muy duras en el globo en los próximos 100 años, por lo que cree necesario colocar una base de supervivencia en la Luna o en otro planeta.