Las guías para prescripción de medicamentos advierten contra el uso de benzodiazepinas (BZD), pero el uso de estas drogas está difundida ampliamente, sobre todo en las casa de cuidado de ancianos. Se realizó una evaluación para determinar cuáles son las barreras para descontinuar las BZD.
Para este estudio se seleccionaron casas de reposo en las que se hubiera utilizado BZD al menos en los tres últimos meses. Se utilizó un cuestionario específico para los médicos y las enfermeras responsables del cuidado de los pacientes. Se preguntó acerca de la efectividad de las drogas, efectos secundarios, fecha de inicio y la fecha tentativa para finalizar el tratamiento.
Se recibió la información de 109 pacientes que eran usuarios crónicos de BZD. Los médicos reportaron que se lograba el efecto deseado en los pacientes en el 87% de los casos, mientras que las enfermeras indicaron que el porcentaje correspondía al 83%. Además se observó que entre el 75 y 70% de los pacientes no reportaron síntomas adversos. En cuanto a la dependencia, los médicos reportaron tasas de dependencia cercanas al 41%, mientras que las enfermeras señalaron que la tasa de dependencia bordeaba el 28%.
La suma de factores como la ausencia de efectos secundarios, el obtener el resultado prometido y la dependencia que se generaba en el paciente llevaban a los doctores a reducir su deseo de detener el tratamiento. Los especialistas recomiendan que los manuales para decontinuar medicinas deberían tener en cuenta las percepciones de los profesionales de la salud y debería promoverse una aproximación multidisciplinaria.
Fuente:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1878764913009571
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