A medida que las personas envejecen enfrentan un continuo cambio, continuamente el individuo atraviesa situaciones de ganancia y pérdida, pero es sobre todo en la tercera edad cuando las personas pueden verse afectadas por las pérdidas, sobre todo en latinoamérica, donde los ancianos son separados del resto de la sociedad y aumentan las probabilidades de que las personas de edad avanzada sufran pérdidas. Las Licenciadas en enfermería Julia Rengifo, y Elda Henriquez de Venezuela, realizaron una investigación en la que se determinó que las pérdidas en los ancianos no tienen un impacto significativo en la calidad de vida de estas personas en latinoamérica.
Las especialistas realizaron una serie de entrevistas y cuestionarios entre un grupo de 45 ancianos, de la casa del abuelo de la comunidad José Gregorio Hernández Valencia, en Carabobo, Venezuela. Las investigadoras tomaron en cuenta que los cambios en el funcionamiento psicosocial, el duelo, la depresión, la ansiedad, los cambios en la conducta, la pérdida de la movilidad, pueden llevar a estas personas a situaciones desesperadas que podrían derivar en un suicidio.
En América Latina este grupo etario pasa a formar parte de un grupo casi invisible en la sociedad, pero la tendencia mundial apunta a un incremento en la esperanza de vida a nivel global, de 66 a 77 años, en tanto que la población mundial crecería en los próximos 40 años, y pasaríamos de 6500 millones de habitantes a compartir la tierra con 9100 millones de habitantes hacia el año 2050.