Muchos llevan tiempo apuntando que ésta es la era de las telecomunicaciones y de la globalización, en la que el acceso a la formación es prácticamente ilimitado. Bien es sabido que, actualmente, es difícil concebir la enseñanza sin el uso y ayuda de las nuevas tecnologías. Sin embargo, el veloz crecimiento y demanda de este medio nos ha llevado a una escasa y caótica planificación que a veces no tiene en cuenta todo debería.
El 2010 ha sido declarado Año Europeo de Lucha contra la pobreza y la exclusión social. Desafortunadamente, algo tan novedoso como los medios tecnológicos aún presentan grandes barreras para muchos colectivos, que se ven impedidos a acceder a ellos, no sólo por carencia de equipo, sino por ignorancia o falta de inversión en el diseño y promoción de los programas.
E-learning Europa nos presenta en su último número (el 19) un compendio de artículos que abren el debate sobre el acceso a las nuevas tecnologías y el aprendizaje en línea. Entre ellos, se encuentran una iniciativa para convertir máquinas de juego en herramientas de inclusión social, un estudio sobre cómo la enseñanza en línea ayuda a las lenguas minoritarias y a las comunidades que las utilizan, diversas labores para favorecer la inclusión de los discapacitados físicos y nuevas iniciativas para incrementar el aprendizaje de los jóvenes.
Estas iniciativas son solo una muestra sobre lo que está en nuestras manos. Es deber de todos los que trabajamos con las nuevas tecnologías promover la igualdad digital y acabar con las barreras que dificultan el disfrute de este increíble y eficaz medio de desarrollo.
Elena Caixal
Tutora del Área de formación de profesores