En la última década, la diversidad, la equidad y la inclusión se han convertido en pilares cruciales para el éxito empresarial. Como parte integral de la responsabilidad social corporativa, los consumidores ahora valoran más que nunca que las empresas creen entornos de trabajo inclusivos y respalden principios de diversidad y equidad genuinos. Sin embargo, es crucial recordar que la autenticidad es fundamental para la percepción del público. Por ello, las empresas deben implementar estrategias de DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) que no solo sean efímeras, sino sostenibles a largo plazo. Para construir un entorno corporativo positivo, es esencial que estas políticas aborden necesidades realistas y tangibles.
¿Qué es la diversidad?
En sus inicios, la diversidad en el lugar de trabajo se centraba principalmente en incrementar la presencia de personas de diversos orígenes: más mujeres, más personas de color, más empleados LGBTQ+, más personas con discapacidades. Sin embargo, estas iniciativas a menudo no consideraban adecuadamente el entorno al que llegaban estos nuevos empleados, dejándolos vulnerables frente a posibles hostilidades sin un sistema de apoyo establecido. Hoy en día, el enfoque debe ir más allá de la simple contratación diversa; debe asegurar la creación de espacios de trabajo equitativos y políticas que resguarden a todos los empleados.
¿Qué diferencia hay entre igualdad y equidad?
Mientras que la igualdad busca otorgar los mismos recursos a todos, la equidad se enfoca en distribuir justamente los recursos según las necesidades individuales, permitiendo a cada persona alcanzar su máximo potencial. Reconocer y responder a las diferencias entre los empleados —sean étnicas, religiosas o de capacidad— mediante planes de acción equitativos no solo fomenta entornos laborales positivos, sino que también reduce significativamente la rotación de personal y fortalece la auténtica inclusión dentro de la empresa.
¿Cuáles son los beneficios tangibles de la inclusión genuina?
Más allá de mejorar la moral de los empleados, la inclusión auténtica fomenta la creatividad y la competitividad empresarial al incorporar una diversidad de perspectivas y experiencias vitales. Es esencial que las iniciativas de DEI no sean simplemente una respuesta a tendencias o crisis de relaciones públicas, sino que busquen de manera proactiva satisfacer necesidades concretas y reconocer los beneficios de un entorno corporativo diverso y equitativo. Cuando se combinan estratégicamente, la diversidad, la equidad y la inclusión pueden diferenciar a una empresa como líder que genuinamente se preocupa por la comunidad a la que sirve, promoviendo así un futuro empresarial inclusivo y sostenible.
Este enfoque no solo asegura el cumplimiento de expectativas modernas, sino que también construye bases sólidas para el crecimiento y la resiliencia empresarial en un mercado global cada vez más diverso y exigente.
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Fuentes:
Tendencias de Diversidad, equidad e inclusión (De&I) en 2024