El product placement o publicidad por emplazamiento está ganando terreno en la industria publicitaria. Esta estrategia de promoción consiste en colocar los productos como parte de los elementos de los programas de televisión, procurando que la marca sea visible para la audiencia. Gracias a esta estrategia nos podemos dirigir a un público con un perfil determinado y se garantiza la atención de los televidentes, evitando el zapping. Las inversiones en este tipo de publicidad se incrementaron en un 11,7% a nivel global en el 2012, alcanzando inversiones por más de 8 mil millones de dólares, con una tendencia que apunta a un crecimiento sostenido.
La saturación de los spots publicitarios plantea la necesidad de posicionar la marca de nuestros productos con diferentes estrategias de promoción. La saturación de anuncios publicitarios ha provocado una significativa reducción de la efectividad de los spots en televisión; adicionalmente, los nuevos sistemas de programación de pago permiten saltar los comerciales de cualquier programa.
La publicidad por emplazamiento tiene la ventaja de permitir captar la atención del usuario en forma casi exclusiva, y bajo un contexto que resulta agradable para la audiencia.
Pero este tipo de anuncios plantea algunos retos. Martin Lindstrom señala que para que el product placement sea realmente efectivo, se necesita que la marca se integre como parte del hilo conductor de la historia del programa. Si un producto aparece de forma pasiva o casi subliminal, entonces la marca podría llegar a percibirse como intrusiva, generando malestar en la audiencia.