Los negocios familiares implican una compleja estructura en el mundo empresarial. A la dificultad de las interacciones sociales que se establecen en un negocio, se suma el delicado entramado de vínculos que une a los directivos y miembros de la familia que participan en el crecimiento del negocio. De acuerdo a un estudio realizado en el 2010 por la Fundación para Negocios Familiares (FNF), son tres áreas en las que se presentan riesgos para la evolución de un negocio familiar: La familia, el negocio y la propiedad.
Conservar el equilibrio en la gestión de una empresa familiar requiere desarrollar estrategias que consideren las dificultades que surgen a partir de la interacción de todas las áreas de la empresa: los riesgos del gobierno familiar, de la gestión empresarial, de la administración del patrimonio, de la propiedad y la sucesión.
De acuerdo al informe casi el 40% de las empresas familiares enfrenta su desaparición debido a una crisis entre los miembros de la familia. Los conflictos entre hermanos, la rivalidad generacional, las diferencias entre miembros de la familia, la ruptura con los valores del grupo, y otros factores como la rivalidad generacional, la imagen y la reputación, son algunas situaciones que tienen impacto en la organización.
En el ámbito del riesgo en la gestión, se debe analizar el impacto que podría tener el cambio de directivos o la incorporación de gerentes externos, quienes podrían modificar el flujo de trabajo establecido. En general, la incorporación de directivos ajenos al círculo familiar le puede dar a la empresa una estructura más institucional y menos familiar, fortaleciendo el crecimiento de la organización actualmente y a futuro. Los riesgos en la gestión están relacionados a cómo la organización enfrenta el cambio y cómo se asegura el cumplimiento de metas a corto, mediano y largo plazo.
La administración del patrimonio es también un factor importante, considerando que este aspecto involucra la gestión de activos financieros, intelectuales y el capital social.
Los riesgos de propiedad están relacionados a la distribución de las acciones, la forma en la que distribuyen los dividendos y la estructura organizacional. Una propiedad dispersa afectaría de manera importante a la organización.
Se debe cuidar también el proceso de sucesión, pues determinar quién asumirá el liderazgo de una organización cuando se retira un directivo puede generar conflictos. Se debe establecer un plan de sucesión y definir los perfiles de las personas que podrían asumir puestos claves en la organización.
De acuerdo a datos de CNN español, en Estados Unidos más de 90% de las compañías son familiares y generan más de 75% de los empleos, por esta razón es importante comprender y ayudar a las empresas familiares a lograr un sano desarrollo.