Los valores son cualidades que son reconocidas como buenas para la sociedad, desafortunadamente se ha descuidado mucho el cultivo de valores como parte de construcción de la sociedad, dando paso a crisis empresariales que han llevado a escándalos de gran impacto financieros como el caso Enron y la crisis originada por las hipotecas subprime en Estados Unidos. En ambos casos la crisis surgió por la ejecución de estrategias deshonestas, y en el cado de las hipotecas subprime, el efecto de la falta de valores en el entorno de algunas empresas se tradujo en una crisis financiera internacional.
Cabe apuntar que en este nuevo escenario globalizado, la carencia de valores en las empresa puede repercutir no solo en una empresa, sino en todo el mundo, como lo ha demostrado la crisis hipotecaria subprime. Pero la incorporación de valores en las organizaciones también tiene efectos en la productividad y eficiencia que podría lograr en una empresa. Ken O´Donnell, autor del libro “Valores humanos en la empresa” resalta que valores como el respeto, confianza, diálogo y comunicación no solo resultan adecuados para resolver conflictos en el hogar, pues son también un instrumento para crear un buen clima empresarial.
O´Donnell considera que las empresas pueden mejorar su desempeño si le brindasen un mayor interés en la dimensión espiritual de los trabajadores, y no centrarse solo en un enfoque meramente técnico. El autor propone ayudar a las personas a mejorar su comportamiento dentro de las empresas que trabajan, para conseguir poner en práctica virtudes tan fundamentales como el respesto, la sinceridad y la humildad, pero llevar esta estrategia a la práctica exige a la empresa apoyar a sus trabajadores en el logro de sus objetivos particulares.
Carlos López, en su artículo “Valores organizacionales: sí inciden en el desempeño corporativo” para gestiópolis.com, señala que cuando los valores están alineados con el desempeño los empleados generan un ambiente que le permite a la organización mantener una mejor relación con su entorno y mejorar la percepción de la empresa como una entidad exitosa.
López señala que “Los valores organizacionales son tomados, muchas veces, como sentencias vanas que realmente no inciden en el desempeño corporativo, pero si se analizan sus verdaderos alcances, los valores compartidos constituyen el cimiento de la organización y generan beneficios para las personas y empresas que los aplican”. Las empresas deberían trabajar para insertar determinados valores en la organización, considerando que son estos valores los que definirán la “personalidad” de la organización.