Las alteraciones corporales generadas por la actividad física dependen del tipo, de la intensidad, del dispendio de energía (si aeróbica o anaeróbica) y de la frecuencia del ejercicio. Se sabe que las actividades aeróbicas, como la natación y el ciclismo, tienen una mayor tendencia a quemar la gordura corporal, puesto que hay más movilización de ácidos grasos. Después de revisar 185 artículos publicados en bases de datos científicas brasileñas, entre el 2001 y el 2012, el investigador Paulo Barbosa Caldas Junior analizó 25 estudios asociados a la influencia de los ejercicios de alta intensidad en la oxidación de la gordura corporal. Después de la lectura, concluye que los ejercicios aeróbicos y de fuerza, combinados de forma intermitentes y en circuito, son más efectivos para quemar gordura.
El intervalo entre las sesiones es más efectivo para la pérdida de peso cuando se realiza de manera activa. Revisando los artículos, el investigador sugiere que para gastar más energía y reducir la gordura, es ideal mantener el ejercicio en intensidades moderadas entre el 55% y el 72% en la Zone Fatmáx, una zona de intensidad de actividad física aeróbica ideal para el adelgazamiento y para la oxidación lipídica.
Sin embargo, de acuerdo con Paulo Barbosa, faltan más estudios para profundizar el tema, sobre todo con relación al dispendio de glicógeno en el cuerpo que exige nutrientes para suplir su falta.
Fuente: http://fnbr.es/yo
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