A pesar de los beneficios de la participación de jóvenes en actividades deportivas, el énfasis en la competición dirigida a objetivos, muy difundida últimamente, se ha traducido en el aumento de la presión en los entrenamientos. A esta edad, entrenamientos tan intensivos pueden llevar a lesiones crónicas y desgaste físico.
En artículo reciente, un estudio hecho por la Universidad de California revela las lesiones crónicas más comunes entre atletas jóvenes de Estados Unidos, a partir de la revisión de artículos científicos publicados en los principales bancos de datos sobre medicina y deporte. Un porcentaje significativo de trombosis del miembro superior se produce en adolescentes, como resultado de un esfuerzo excesivo. Las fracturas por estrés son también muy comunes y pueden significar alto riesgo.
La investigación buscó determinar los mayores riesgos para las lesiones crónicas. La presencia de una lesión inicial, el cuerpo en fase de crecimiento con definición aún en formación, la especialización como desgaste en algunas partes y los síntomas del período menstrual son algunos de los factores de riesgo.
Los investigadores recomiendan que los entrenadores y los padres observen las tareas más adecuadas para el desarrollo físico, independientemente de la edad, ya que cada joven tiene un ritmo diferente de crecimiento.
Un entrenamiento diversificado también puede ser más apropiado para esa fase de la edad y evitar el desgaste de uno u otro miembro. Para evitar el agotamiento, se recomienda enfocar en el desarrollo de habilidades más de lo que en la competición y en la victoria. Los autores resaltan que las lesiones suelen estar relacionadas con el abandono del joven en el deporte.