En Estados Unidos los políticos han comprendido que las redes sociales y la Internet son un importante aliado para mantener informada a sus electores. Barack Obama fue el primer político en demostrar que una campaña bien estructurada a través de las redes sociales podía rendir frutos. Hoy son una herramienta que ningún político puede ignorar.

De acuerdo a una nota publicada en Elpais.com, el 98% de los congresistas de Estados Unidos tiene un perfil público en Facebook, mientras que el 90% utiliza Twitter para mantener la comunicación con sus electores. Y la forma de comunicar también ha cambiado, hoy prima la inmediatez. Incluso, desde sus cuentas de Facebook los congresistas explican porqué votaron por determinada ley.

La inversión en Internet también se ha incrementado considerablemente, de acuerdo a la información proporcionada en El País, durante la campaña de Obama se compró la palabra clave SOTU, que correspondía a las siglas del debate, y se pagaron alrededor de 120 mil dólares para lograr que se convierta en una tendencia en las redes sociales en las horas posteriores a la presentación.

Pero más allá del impacto inmediato, se trata de lograr que los seguidores se conviertan en promotores activos de las ideas de un candidato. Atrás quedaron los días de multitudinarios mítines, hoy las ideas se difunden de uno a uno o de uno a muchos en los espacios digitales, donde, con solo un clic, un ciudadano puede acercar una idea política a cientos de personas.

Un caso interesante es el de Rahm Emanuel, alcalde de Chicago, quien logró congregar en su página de Facebook a más de 30 mil personas, quienes a su vez estaban conectadas a unos 2.5 millones de usuarios residentes en Chicago. Se calcula que, gracias a esas conexiones, el 98% de los ciudadanos de Chicago vieron noticias sobre Emanuel al ingresar a sus cuentas de Facebook.

Hoy se observa un fenómeno interesante en las elecciones en todo el mundo, cuando un candidato se encuentra en un debate los ciudadanos comentan en tiempo real opinando sobre las propuestas que se les presentan, tanto en Facebook como en Twitter, o buscan información sobre las propuestas.

El escenario ha cambiado y los políticos deben tener en cuenta las redes sociales como una herramienta clave para ganar más simpatizantes o incluso lograr que las personas se conviertan en activos promotores de las ideas de determinado partido político. El activismo ha cambiado, ya no se encuentra en las marchas o mítines, hoy el mundo digital ha trasladado el activismo político a las redes sociales.