Cuando un país establece sus índices demográficos, usualmente se apoyan en la distribución por edad, pero de acuerdo a un estudio publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS), establecer indicadores estandarizados para medir la capacidad cognitiva de las personas resultaría una mejor estrategia en aquellos países que poseen niveles de educación, nutrición y salud más altos. El estudio señala que, aunque los ciudadanos de Europa y Estados Unidos pueden tener mayor edad que los ciudadanos de otros países, pero su productividad no decae en la misma medida que entre los ciudadanos de países en vías de desarrollo.
Se puede considerar que el envejecimiento de la población implica un mayor costo para la sociedad porque se considera que los ancianos requieren cuidados adicionales, sufren de enfermedades relacionadas a la edad y ven reducida su capacidad para contribuir a la sociedad. Pero se debe considerar que en los países más ricos las personas tienen acceso a una mejor educación y programas de salud que ayudan a mantener por mayor tiempo la función cognitiva de los ciudadanos, ayudando a que las personas sean capaces de vivir vidas saludables y productivas por más tiempo.

Los investigadores encontraron que, a pesar que Estados Unidos y Europa son cronológicamente mayores, son «funcionalmente jóvenes», y es que, aunque la base de población por encima de los 65 años en los países desarrollados es muy amplia, la función cognitiva de ese grupo etario es más alta que el mismo grupo de edad de México, India y China.