Según un estudio del Imperial College de Londres, a cargo del doctor David Edwards, la mitad de los bebés que nacen prematuramente  y sobreviven son propensos a sufrir ciertas dificultades de aprendizaje o algún tipo de discapacidad mental. Problemas de hiperactividad, desórdenes de atención, dislexias, dificultad en la comprensión, mal desempeño  académicos y mala función  ejecutiva han sido extensamente informadas en niños nacidos  muy prematuros o  que tuvieron bajo peso al nacer.

Los científicos que estudiaron la evolución mental de bebés prematuros coincidieron que cuanto más lento es el crecimiento de la corteza cerebral y más plana, comparada con el volumen total del cerebro, más probable es que el bebé sufra de retrasos de desarrollo.

Los investigadores descubrieron que el agente responsable del desarrollo del cerebro es una red celular por debajo de la corteza cerebral; se sabe que este tejido celular evoluciona  a las 24 semanas de la gestación.  En el caso de bebés prematuros , esa placa , que realiza su función de manera normal entre la semana 28 y 30, presenta un aspecto anormal y el tejido aparece dañado.

Sin embargo, para los doctores Paul Dennison y Gail Dennison, combinando la psicología y la kinesiología se puede encontrar una solución sencilla con los niños que padecen de problemas de aprendizaje. Ellos estudiaron la relación entre el movimiento y aprendizaje, observando que ciertos ejercicios estimulan a la relajación al sistema y preparan al niño para aprender y procesar la información.

A estos ejercicios, los médicos Dennison los han bautizado como Brain Gym. Estos movimientos permiten acceder a partes del cerebro que generalmente los niños prematuros tienen bloqueadas, permitiendo cambios en el aprendizaje y comportamiento.