En los países ricos existen leyes que obligan al reciclaje de productos electrónicos como las computadoras. En Latinoamérica es menos frecuente ver que alguien desecha una computadora, pero cuando se desecha una en este lado del planeta, suele ir al camión de la basura o puede ser aprovechadas por recicladores informales. Frente a esta situación, algunos gobiernos en nuestro continente han visto una oportunidad en el reciclaje de computadoras para poder mejorar el nivel educativo de las escuelas más pobres. Colombia y Argentina han sido pioneros al desarrollar iniciativas que les han permitido equipar escuelas con computadoras usadas que han sido recuperadas y reacondicionadas en sus respectivas regiones.

Computadoras para Educar en Colombia (www.computadoresparaeducar.gov.co) y el Plan Conectando Sonrisas de Argentina (http://goo.gl/ugEQz), son dos iniciativas de entidades gubernamentales que encontraron la forma de reducir la contaminación electrónica al mismo tiempo que lograban un impacto positivo en las escuelas más necesitadas.

En el caso del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se logró un acuerdo con la Fundación Equidad para ayudar a aquellas escuelas que no tenían acceso a computadoras. La entidad de Gobierno es la encargada de dar promoción al proyecto, recolectar las computadoras y llevarlas al centro de reacondicionamiento, una vez allí, los especialistas de la Fundación Equidad se encargan de limpiar la computadora, eliminar los datos y ponerle un sistema que permita a los estudiantes aprovechar el equipo reciclado. Al final del proceso, las computadoras son entregadas a una de las 100 escuelas de nivel inicial que han sido seleccionadas en la ciudad para recibir los equipos. Los ciudadanos que regalan sus computadoras reciben a cambio algunas entradas para eventos culturales.

El proyecto Computadores para educar de Colombia tiene un enfoque distinto, se reciclan, sobre todo, computadoras obtenidas de empresas y entidades del Estado y en menor medida de ciudadanos. En este programa se recolectan y reacondicionan «computadoras dadas de baja por entidades estatales y empresas privadas y son entregadas a instituciones educativas públicas del país». Para aquellas personas naturales que deseen donar sus computadoras existen ciertas condiciones: no puede ser una computadora con un procesador menor a un Pentium II, y la entidad de gobierno no se encarga del recojo de los equipos, es el ciudadano quien debe llevar la computadora hasta un punto de acopio.

Ambas iniciativas logran un enfoque creativo para aprovechar tecnología que, de otro modo, sería considerada solo como un desecho, y en realidad uno muy peligroso, por la cantidad de químicos tóxicos que se pueden liberar al romperse un monitor. Adicionalmente cabe considerar que los componentes de una computadora tardarán cientos de años para degradarse.

En la medida que iniciativas como esta sean replicadas en Latinoamérica será posible para los más pobres obtener beneficios de tecnología que, para ciertas empresas o familias, podría ser considerada obsoleta.

Fuentes:
http://www.buenosaires.gov.ar/conectandosonrisas/index.php?menu_id=34228
http://www.computadoresparaeducar.gov.co/website/es/index.php?option=com_content&task=view&id=67&Itemid=172