La Dieta Mediterránea es un estilo de alimentación que combina los elementos de la cocina mediterránea con los principios básicos de la alimentación saludable. Es un tipo de dieta que favorece la salud cardiovascular y el mantenimiento adecuado del peso corporal.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
La Dieta Mediterránea común tiene las siguientes características:
• Elevado consumo de frutas, vegetales, pan y otros cereales, papa, menestras, nueces y
semillas.
• Uso del aceite de oliva en las diversas preparaciones culinarias.
• Consumo de pescado por lo menos 2 veces a la semana.
• Consumo moderado de productos lácteos y pollo.
• Bajo consumo de carnes rojas.
• Consumo de huevo, 1 – 4 veces por semana.
• Consumo moderado de vino tinto.
• Uso de hierbas y especias para dar sabor a los alimentos.
ACEITE DE OLIVA
La Dieta Mediterránea enfatiza el uso del aceite de oliva como la fuente primaria de grasa, en lugar de la grasa animal o láctea. Todos los tipos de aceite de oliva proveen grasa monoinsaturada, vitamina E y betacarotenos, sin embargo, se recomienda el consumo de aceite de oliva virgen y extra virgen ya que contienen mayores niveles de fitoquímicos que proveen un efecto antioxidante en el organismo.
GRANOS Y CEREALES
Los granos y cereales consumidos en la Dieta Mediterránea suelen ser integrales y por tanto aportan gran cantidad de fibra a la dieta. El alimento más consumido entre los países mediterráneos es el pan, el cual no suele consumirse con mantequilla o margarina sino con aceite de oliva.
PESCADO
El pescado también es consumido con regularidad en la Dieta Mediterránea. Este aporta una adecuada cantidad de Omega-3 al organismo, grasa muy importante para el desarrollo cerebral y cognitivo, para la salud de la piel, para la salud cardiovascular y para fortalecer el sistema inmunológico.