Lo más normal sería que la tensión que sufre nuestro cuerpo durante etapas de estrés hiciera que consumiese más energía de lo normal y que por lo tanto, adelgazar. Sin embargo, la ansiedad provoca precisamente lo contrario, es decir, un aumento de peso.
Cuando estamos pasando una época estresante, sería fácil pensar que cuando lo estamos sufriendo, nuestro cuerpo tendería a entrar en tensión y a quemar más energía de lo normal; por lo tanto, adelgazar, pero lo que realmente sucede es que la ansiedad provoca un aumento de peso.
El estrés, según la Organización Mundial de la Salud se define como el “conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al organismo para la acción”. A pesar de que el estrés tenga una única definición, cada persona reacciona de formas muy diferentes ante un mismo estímulo. Esto se debe a las herramientas psicológicas de las que disponga cada uno para enfrentarlos. Hay personas que lo manifiestan durante un largo periodo de tiempo aun cuando no están expuestos a situaciones estresantes; que es lo conocido como ansiedad.
Si el estrés consigue hacer mella en una persona, este se podría manifestar de maneras muy variadas, derivando en síntomas físicos. La ansiedad constante supone un desgaste físico terrible, provocando así también un aumento en la producción de cortisol, la llamada “hormona del estrés”. Este aumento del cortisol actuará como contrapeso a los niveles de la melatonina en nuestro cerebro, lo que irremediablemente acabará afectando a la calidad del sueño. Además, los altos niveles de cortisol nos empujan a consumir alimentos ricos en grasa y azúcar.
Por otra parte, en respuesta al estrés, también se produce una caída notoria del cabello, náuseas, temblores, trastornos mensuales, eczemas, insomnio, colon irritable, y definitivamente el aumento de peso.
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Fuente: ¿Por qué engorda la ansiedad? Esto es lo qué dice la ciencia al respecto
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