Hace más de mil años, el poeta romano Juvenal acuñó la frase ‘Mens sana in corpore sano‘. Cuerpo y mente van de la mano y, para mejorar el estado físico, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones avaladas por los expertos. Aquí te proponemos cinco pequeños cambios de hábitos alimentarios para mejorar tu salud.
1- Añadir una mezcla de especias a la cocina favorece la salud intestinal.
La cúrcuma y el azafrán poseen muy buenas referencias por sus efectos antiinflamatorios. De hecho, estudios clínicos recientes demuestran que añadir una cucharadita de estas sustancias todos los días puede mejorar la composición del microbioma intestinal y el metabolismo.
2- Utilizar aceite de oliva virgen extra para cocinar.
Tiene un arma secreta contra la oxidación: su alto contenido en polifenoles. Este compuesto está presente hasta 600 veces más que en todos los demás aceites y anula fácilmente cualquier efecto negativo derivado de la cocción.
3- Comer las partes exteriores de las verduras.
A menudo se desechan las hojas del brócoli o las cabezas de coliflor. Lo mismo ocurre con la piel de las manzanas y las peras. Bien, pues no las peles ni las tires. Los pesticidas de las verduras no ecológicas se encuentran aquí, pero basta con aclararlas, pudiendo remojar las verduras en un poco de bicarbonato de sodio y agua para eliminar cualquier resto.
4- Las pastillas de caldo añaden sabor, sal y la importantísima profundidad umami a muchos de nuestros platos. Sin embargo, existe un potenciador del sabor alternativo que también aporta umami y apoya a nuestra salud intestinal: el miso. Esta pasta es un complemento perfecto para sopas, guisos, salsas y aliños.
5- Picar la cebolla y el ajo 10 minutos antes de cocinar.
Cortar las cebollas y el ajo al comienzo del proceso de cocción y dejarlos reposar antes de usarlos es una forma fácil de conservar los sulforafanos beneficiosos, que se descomponen cuando se cocinan. Un consejo simple es picar por lotes y luego congelar el ajo y la cebolla para la próxima vez, de modo que siempre tenga una reserva rica en sulforafano en su congelador lista para usar.
El planteamiento de grandes propósitos de Año Nuevo fracasa para la inmensa mayoría de la gente. En cambio, introducir pequeños hábitos alimentarios que puedan mantenerse cada día ayudan a sentirse mejor sin restringir su estilo de vida. Este es un planteamiento mucho más eficaz.
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Fuente: 20 small food changes that will make a big difference to your health.
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