El ejercicio frecuente puede ayudar a mejorar la aptitud cardiovascular, pero se desconoce si este tipo de aptitud es necesario para mejorar la función cognitiva. Un grupo de investigadores decidieron analizar datos de pacientes en los que  la actividad, la aptitud y la cognición fueron informados por los mismos individuos, para determinar el impacto de la actividad física para mejorar la función cognitiva. Al analizar los datos se identificó que gracias a ejercicio aeróbico se consiguió una mejora significativa  de la función motora y la atención auditiva, yasí como una mejora moderada de la velocidad cognitiva y la atención visual.

Se incluyeron para el estudio once ensayos controlados, seleccionando aquellos cuyos pacientes tuvieran más de 55 años y se compararon aquellos en los que se introdujo actividad física aeróbica y aquellos en los que no hubo intervención.Ocho de los once estudios informaron que el ejercicio físico produjo una mejora en la aptitud cardiorespiratoria del grupo bajo intervención, reflejada en una mejoría en la prueba de consumo máximo de oxígeno, con una tasa de mejoría que bordea el 14%, y esta tasa de mejoría coincidió con mejoras en la capacidad cognitiva. El mayor impacto en la función cognitiva se produjo en la función motora y función auditiva (con un efecto de 1,17 y 0,50, respectivamente). La velocidad de procesamiento de información (o velocidad cognitiva) y la atención visual tuvieron una mejora moderada (tamaño del efecto de 0,26 en ambos casos).Como conclusión los investigadores apuntan que se han encontrado evidencias que las  actividades físicas aeróbicas que mejoran la aptitud cardiorrespiratoria son beneficiosas para la función cognitiva en adultos mayores sanos, con efectos observados para la función motora, la velocidad cognitiva y la atención visual y auditiva. Sin embargo, la mayoría de las comparaciones no arrojaron resultados significativos. Los datos son insuficientes para mostrar que las mejoras en la función cognitiva que pueden ser atribuidas al ejercicio físico se deben a las mejoras en la aptitud cardiovascular, a pesar de que la asociación temporal sugiere que este podría ser el caso.Los especialistas encargados del estudio indican que se necesitan estudios más grandes para confirmar si el componente de entrenamiento aeróbico es necesario, o si el mismo puede ser alcanzado con cualquier tipo de ejercicio físico. Al mismo tiempo, sería informativo entender porqué algunas funciones cognitivas parecerían mejorar con el ejercicio físico (aeróbico), mientras otras funciones serían insensibles al mismo. Los médicos y científicos del campo de la neuropsicología deberían buscar coincidencias mutuas en el uso de un menor grupo de pruebas cognitivas, a fin de lograr que la investigación en la cognición sea clínicamente relevante y transparente, y que se permita reproducir los resultados en futuras investigaciones, manifestaron los encargados del estudio. ContactoDirigir correspondencia a: Dr. Angevaren, Research Group Lifestyle and Health, University of Applied Sciences, Bolognalaan 101, Utrecht, Holanda, 3584 CJ.