El PNUD incluye un nuevo indicador de desarrollo humano que analiza las emisiones de dióxido de carbono y la huella ecológica para la clasificación de los países.
La ONU, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publica anualmente el Índice de Desarrollo Humano, que ofrece una lista de países clasificados según su desarrollo.
Para esta clasificación, el sistema adoptado analiza los indicadores de ingreso bruto y per cápita, la cobertura de salud y la esperanza de vida, el nivel de educación y otros factores. Ahora la ONU añade un nuevo indicador que tiene en cuenta las emisiones de dióxido de carbono y la huella de material de los países.
La adopción de este nuevo indicador da lugar a un cambio significativo en la clasificación. Por ejemplo, Noruega, que ocupa el primer lugar en los parámetros tradicionales, ahora ocupa el 15º lugar. Australia, mientras tanto, ha perdido 72 lugares en la lista y ahora está en el 80º lugar.
Otros países, sin embargo, están ganando posición y ocupando lugares más altos, como Costa Rica y México. En general, toda América Latina logra una mejor posición ya que las caídas más significativas se deben a los países más industrializados y contaminantes.
Achim Steiner, del PNUD, dijo en una declaración que el nuevo indicador no pretende ser un juicio, sino que «muestra que con el enfoque tradicional, ser rico no es la única manera de determinar si es una economía exitosa y lista para el futuro».
La inclusión de este indicador da más importancia al medio ambiente para el desarrollo humano, considerando los efectos de la devastación de la naturaleza como un problema social y económico.
Por otra parte, este indicador señala que es necesario un cambio en los esquemas de explotación, ya que «ningún país del mundo entero ha sido capaz de lograr un desarrollo humano muy alto sin ejercer una presión desestabilizadora sobre el planeta», dijo.
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