Opiniones FUNIBER: Cómo combatir la pérdida de masa muscular

La sarcopenia es considerada una enfermedad en el contexto del envejecimiento que está asociada a la pérdida de masa muscular. El uso del término ha crecido en los últimos años en el ámbito sanitario, en gran parte, debido a los hábitos actuales.

Para conocer más sobre el tema, hemos entrevistado a María Eugenia Delvaux, docente en los programas Máster en Nutrición, Actividad Física y Deporte y Curso de Nutrición y Dietética Aplicada, ambos titulados por la Universidad Europea del Atlántico, institución que forma parte de la red universitaria en que participa FUNIBER.

La profesora María Eugenia Delvaux
La profesora María Eugenia Delvaux

La sarcopenia está relacionada con la pérdida de masa muscular que ocurre con el envejecimiento. ¿También hay pacientes jóvenes con esta enfermedad?

Si tuviésemos que partir del concepto de sarcopenia -aunque por el momento no existe un consenso internacional al respecto-, tendríamos que referirnos a ella como una enfermedad asociada a la pérdida de masa y fuerza muscular en contexto del envejecimiento; y si bien esta definición se enfoca a pacientes ancianos, es interesante destacar cómo se aprecia cada vez más la pérdida de la masa muscular desde edades tempranas.

En muchos de los casos, esta pérdida de masa muscular viene asociada a problemas de sobrepeso y obesidad en jóvenes, lo que muchos investigadores actualmente lo denominan como “obesidad sarcopénica”, caracterizada por cambios en la composición corporal que conlleva a un aumento del contenido de grasa corporal y visceral y con ello, a una disminución del músculo esquelético. 

Sin embargo, es importante destacar también que diversos estudios relacionan a la sarcopenia desde una mirada multifactorial y no sólo asociada al envejecimiento, así factores cómo el déficit de vitamina D y testosterona, disminución en la ingesta de proteínas y aumento de la actividad proinflamatoria y del estrés oxidativo, podrían estar asociados a un mayor riesgo de padecerla. Por lo que los hallazgos de sarcopenia en pacientes jóvenes, podrían estar más relacionados a una mala calidad de la alimentación, rica en carbohidratos simples y baja en proteínas, a un mayor porcentaje de grasa corporal y visceral y a una menor construcción del músculo, por aumento del sedentarismo y la falta de actividad física.

La sarcopenia es producto de una combinación de causas genéticas, fisiológicas y de factores ambientales; parecería ser una parte inevitable del envejecimiento, no obstante, The European Working Group on Sarcopenia in Older People (EWGSOP2) en su última actualización en 2018 destacaron también que puede ocurrir en una edad más temprana y su presencia en pacientes jóvenes podría convertirse una realidad.

 

¿Cómo la sarcopenia se asocia a la obesidad y qué efectos produce en la salud?

Tal y como se ha mencionado anteriormente, cuando la pérdida de la función o de la masa muscular se asocia a un aumento de la grasa corporal total y visceral, nos encontramos ante la situación denominada Obesidad Sarcopénica. 

Padecer obesidad sarcopénica podría aumentar de manera significativa los efectos deletéreos ampliamente conocidos que la obesidad, en sí, ejerce sobre la salud; ya que se ha relacionado esta condición con una mayor morbimortalidad y peor calidad de vida, así como con riesgo de padecer diabetes tipo 2, deterioro cognitivo y osteoporosis. Por lo que la obesidad exacerbaría la sarcopenia, aumentando la infiltración de grasa en el músculo y reduciendo la función física.

 

La obesidad sarcopénica se está convirtiendo en un gran problema en muchos países, y está relacionada a los hábitos sedentarios y de alimentación. ¿Hay un esfuerzo de las instituciones internacionales, como OMS, por ejemplo, para presionar los gobiernos a combatirla?

No existen programas encaminados a combatir la obesidad sarcopénica propiamente dicha, posiblemente pueda deberse a que es un término/condición que ha surgido en los últimos años, producto de los cambios observados en la composición corporal de las personas relacionados a los malos hábitos de salud. No obstante, la mayoría de las directrices tanto a nivel internacional como local en diversos países, se enfocan en combatir y detener el aumento de las tasas de obesidad, mediante la promoción y el desarrollo de políticas públicas que permitan a las personas mejorar la alimentación, la actividad física y la salud.

Lo que nos lleva a reflexionar y poner en debate la necesidad de que a partir de estos nuevos paradigmas surjan nuevas líneas de acción, que permitan no sólo el abordaje de la problemática creciente de la obesidad sarcopénica, sino también y fundamentalmente, una prevención oportuna y eficaz, y una colaboración entre países que permitan disminuir la gran carga de salud, social y económica que genera la misma cuando no se trata.

 

¿Cómo se debe prevenirla?

La mejor manera de prevenir la sarcopenia consiste en un manejo integral, con la mirada hacia la combinación de un enfoque nutricional y de ejercicio físico.

Diversos son los factores que intervienen en la formación, desarrollo y mantenimiento de la masa muscular, por lo que la estrategia terapéutica estaría enfocada en adecuar la alimentación obteniendo a través de ella un buen aporte de proteínas de calidad y una reducción del consumo de alimentos procesados y altos en hidratos de carbono simples, que conllevarían a un aumento de la masa grasa corporal. También se evalúa la posible administración de determinados aminoácidos, vitaminas y minerales; sin embargo, faltan más investigaciones en este sentido.

En lo que respecta a la realización del entrenamiento físico, de forma más específica el entrenamiento de la fuerza es una de las intervenciones más eficaces para retrasar la sarcopenia y los eventos relacionados que se asocian a esta condición. El entrenamiento con pesas puede proporcionar beneficios funcionales significativos, incrementos en las capacidades cognitivas y una mejora en la salud general y el bienestar.

 

Fuentes de referencia:

  1. Cruz-Jentoft AJ, Bahat G, Bauer J, Boirie Y, Bruyère O, Cederholm T et al. Writing Group for the European Working Group on Sarcopenia in Older People 2 (EWGSOP2), and the Extended Group for EWGSOP2. Sarcopenia: revised European consensus on definition and diagnosis. [Internet]. 2019 [citado 28 de agosto de 2021];48(1):16-31. doi: 10.1093/ageing/afy169. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30312372/ 
  2. Buendía RG, Zambrano ME, Gámez D, Reyes N, Vásquez LF, Reino AA et al. ¿Existe sarcopenia en pacientes menores de 30 años por criterio de bioimpedanciometría? Acta Médica Colombiana [Internet]. 2015 [citado 28 de agosto de 2021]; 40 (2). Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/amc/v40n2/v40n2a10.pdf 
  3. Ciudina A, Simó-Servatd A, Palmasa F, Barahona MJ. Obesidad sarcopénica: un nuevo reto en la clínica práctica. E Endocrinol Diabetes Nutr. [Internet]. 2020 [citado 28 de agosto de 2021]; 67 (10) 672-681. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-endocrinologia-diabetes-nutricion-13-articulo-obesidad-sarcopenica-un-nuevo-reto-S2530016420301038
  4. Rojas Bermúdez C, Buckcanan Vargas A, Benavides Jiménez G. Sarcopenia: abordaje integral del adulto mayor: Revisión de tema. Rev.méd.sinerg. [Internet]. 2019 [citado 28 de agosto de 2021];4(5):24 – 34. Disponible en: https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/view/194
  5. Padilla Colón Carlos J., Sánchez Collado Pilar, Cuevas María José. Benefits of strength training for the prevention and treatment of sarcopenia. Nutr. Hosp.  [Internet]. 2014 Mayo [citado  2021  Ago  28] ;  29( 5 ): 979-988. Disponible en:  https://dx.doi.org/10.3305/nh.2014.29.5.7313.

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