Desafíos arquitectónicos para paliar el cambio climático

Los efectos de la crisis climática comienzan a ser cada vez más visibles y los arquitectos trabajan para reducir sus daños.

Imágenes de incendios forestales, récords de altas temperaturas y otros fenómenos meteorológicos adversos comienzan a ser habituales.

El sector de la construcción, además de ser responsable, según la web Plataforma Arquitectura, de hasta un 39% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, también debe buscar alternativas para satisfacer las demandas de enfriamiento de los espacios de forma ecológica.

En la actualidad, las elevadas temperaturas han provocado la proliferación de sistemas de enfriamiento artificial no sostenibles.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la refrigeración perjudica al medio ambiente por las “emisiones de hidrofluorocarbonos, dióxido de carbono y carbono negro provenientes de la energía generada a partir de combustibles fósiles que alimenta los aires acondicionados y otros electrodomésticos”.

La web anteriormente mencionada divide las soluciones de enfriamiento en dos tipos: activas y pasivas: “la refrigeración pasiva se refiere a estrategias que regulan la ganancia y disipación de calor con poco o ningún consumo energético. Estas estrategias generalmente se facilitan a través de efectos ambientales naturales y diseños arquitectónicos pasivos en lugar de sistemas mecánicos activos”.

Para diseñar de manera efectiva una casa pasiva es necesario tener en cuenta la orientación, la ubicación de las ventanas y el sombreado externo. Los profesionales pueden combinar soluciones de refrigeramiento pasivas con sistemas mecánicos activos.

FUNIBER patrocina una gran variedad de programas universitarios centrados en ofrecer a los profesionales información completa y de actualidad sobre los retos a lo que se enfrenta el área de arquitectura para paliar los efectos de la crisis climática. Uno de los cursos ofrecidos es la Maestría en Proyectos de Arquitectura y Urbanismo.

Fuentes: Enfriar los interiores será el desafío arquitectónico del futuro

Un aire acondicionado más eficiente puede ahorrar 8 años de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero

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