Seis claves para dirigir un proyecto

Los responsables de un proyecto tienen que saber motivar al equipo, prever los contratiempos y marcar bien los hitos que se deben lograr en el proceso

Dirigir un proyecto no es fácil, se necesitan una serie de habilidades y competencias para saber afrontar los retos y lograr los objetivos en el plazo establecido.

La Maestría en Diseño, Gestión y Dirección de Proyectos que promueve FUNIBER permite formar a especialistas que sepan, precisamente, cómo gestionar un equipo de trabajo. A través de este programa se enseña a diseñar un proyecto, a gestionarlo en todo su amplio proceso y, sobretodo, a dirigir todos los esfuerzos individuales y colectivos hacia un fin concreto.

En general, una de las principales habilidades que ha de tener el responsable de un proyecto es la de saber solucionar problemas. Según el portal Líder de proyecto, es muy importante analizar todas las dependencias e identificar todos los riesgos que se puedan generar con el inicio de un proyecto. De esta forma, se podrán superar los obstáculos con mayor rapidez. Cuanto más se prevean los problemas, mejor.

A continuación se exponen seis aspectos que debería tener en cuenta el director de un proyecto:

  1. Planificar la jornada laboral. Cada día, al entrar, es importante dedicar diez minutos a planificar las tareas que se deben realizar. Si se hace por escrito mejor, será más fácil recordarlas.
  2. Crear metas para cada miembro del equipo. Cuando se planifica un proyecto se tienen que detallar las tareas que hará cada miembro del equipo a lo largo de todo el proceso. De esta forma se puede hacer un mejor seguimiento. Desde el portal Líder de proyecto también recomiendan hacer un reconocimiento de estas metas cuando se cumplan.
  3. Planificar hitos de forma frecuente. La mejor forma para mantener el ritmo de trabajo es encadenar eventos. Si sólo se establecen hitos a largo plazo no se pueden detectar retrasos o problemas hasta que ya es demasiado tarde.
  4. Tener en mente la perspectiva de negocio. No centrarse sólo en la gestión del proyecto, sino pensar también en el retorno de la inversión que se generará cuando finalice el trabajo.
  5. Tener un plan B. Dirigir no significa conocerlo todo, como tampoco pedir ayuda es una debilidad. Desde Líder de proyecto recomiendan tener siempre preparada una alternativa que permita corregir el curso de un proyecto que se esté desviando.
  6. Decir lo que se necesita, no cómo hacerlo. Es mejor decirles a las personas qué se necesita conseguir, darles una guía, no unas instrucciones precisas. De esta forma, cada miembro del equipo aportará más iniciativa e innovación al proyecto y tendrá una actitud más positiva.

En definitiva, no sólo es importante marcar bien las pautas de un proyecto, sino prever los posibles contratiempos y mantener al equipo motivado para conseguir que el trabajo logre su éxito.

Fuente: Tips para líderes, gerentes y directores de proyectos

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