Una botella de gaseosa excede la cantidad de azúcar recomendada para todo un día

Una investigación realizada por la Fundación Interamericana del Corazón de Argentina (FIC Argentina) identificó que una botella de gaseosa de 600ml aporta en promedio 65 gramos de azúcar, el equivalente a 13 cucharaditas de azúcar, excediendo la recomendación de azúcar agregada de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece un máximo de 50 gramos o 10 cucharaditas.
La fundación argentina realizó la investigación para identificar el contenido de 184 bebidas azucaradas. La OMS establece que el máximo consumo diario de azúcar debe ser equivalente a 50 gramos para una dieta de 2000kcal.

El estudio realizado por la FIC Argentina en el año 2013 demostró que las gaseosas incorporan, en promedio, 21,9 gramos de azúcar por cada 200ml o el equivalente a un vaso. Adicionalmente se pudo verificar que las bebidas deportivas aportan 12 gramos de azúcar, y las aguas saborizadas introducen 9,6 gramos de azúcar agregado.

Las recomendaciones de la OMS hacen especial énfasis en el azúcar agregado o libre, que es el azúcar que se ha añadido a los alimentos o bebidas durante su preparación, y no se considera el azúcar que contienen de forma natural las frutas.

Argentina ocupa uno de los primeros lugares en el consumo de bebidas gaseosas a nivel mundial y las autoridades se encuentran preocupadas por el incremento de los casos de obesidad en niños y adultos. De acuerdo a la Encuesta de Factores de Riesgo del 2013, el 57,9% de la población adulta tiene exceso de peso, y la tendencia indica que el sobrepeso y obesidad se incrementaron en los últimos años, incluyendo a los niños y adolescentes, sobre todo aquellos que habitan zonas de menor nivel socioeconómico.

Lorena Allemandi, directora del área de políticas de aliemntación saludable de FIC Argentina, señaló que es necesario promover políticas públicas que permitan reducir el consumo de alimentos y bebidas azucaradas y se garantice el acceso al agua potable y gratuita, de forma que se pueda reducir los índices de obesidad, diabetes y enfermedades del corazón.

Una investigación realizada por la

Fundación Interamericana del Corazón de

Argentina (FIC Argentina) identificó que

una botella de gaseosa de 600ml aporta en

promedio 65 gramos de azúcar, el

equivalente a 13 cucharaditas de azúcar,

excediendo la recomendación de azúcar

agregada de la Organización Mundial de la

Salud (OMS), que establece un máximo de

50 gramos o 10 cucharaditas de azúcar.

La fundación argentina realizó la

investigación para identificar el

contenido de 184 bebidas azucaradas. La

OMS establece que el máximo consumo

diario de azúcar debe ser equivalente a

50 gramos para una dieta de 2000kcal.

El estudio realizado por la FIC Argentina

en el año 2013 demostró que las gaseosas

incorporan, en promedio, 21,9 gramos de

azúcar por cada 200ml o el equivalente a

un vaso. Adicionalmente se pudo verificar

que las bebidas deportivas aportan 12

gramos de azúcar, y las aguas saborizadas

introducen 9,6 gramos de azúcar agregado.

Las recomendaciones de la OMS hacen

especial énfasis en el azúcar agregado o

libre, que es el azúcar que se ha añadido

a los alimentos o bebidas durante su

preparación, y no se considera el azúcar

que contienen de forma natural las

frutas.

Argentina ocupa uno de los primeros

lugares en el consumo de bebidas gaseosas

a nivel mundial y las autoridades se

encuentran preocupadas por el incremento

de los casos de obesidad en niños y

adultos. De acuerdo a la Encuesta de

Factores de Riesgo del 2013, el 57,9% de

la población adulta tiene exceso de peso,

y la tendencia indica que el sobrepeso y

obesidad se incrementaron en los últimos

años, incluyendo a los niños y

adolescentes, sobre todo aquellos que

habitan zonas de menor nivel

socioeconómico.

Lorena Allemandi, directora del área de

políticas de aliemntación saludable de

FIC Argentina, señaló que es necesario

promover políticas públicas que permitan

reducir el consumo de alimentos y bebidas

azucaradas y se garantice el acceso al

agua potable y gratuita, de forma que se

pueda reducir los índices de obesidad,

diabetes y enfermedades del corazón.