Un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, revela que aumentar la cantidad de fibra que se consume en la dieta podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Se analizaron datos obtenidos de Estados Unidos, Australia, Europa y Japón para evaluar el impacto del consumo de fibra sobre el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Se identificó que por cada 7 gramos adicionales de fibra consumidos por día, se lograba una reducción significativa del riesgo de padecer las enfermedades del corazón contempladas en el estudio. Los médicos a cargo de la investigación indicaron que se puede obtener el equivalente a 7 gramos de fibra al consumir una pera grande o dos rebanadas de trigo integral o una taza y media de avena cocida.
El equipo de trabajo observó la ingesta total de fibra de los pacientes, y el impacto que tenía el consumo de fibra sobre las enfermedades cardiovasculares y la enfermedad cardiaca coronaria. Se tomó en cuenta la cantidad de fibra insoluble (como la encontrada en los granos enteros y en la piel de las papas), la fibra soluble (como la que poseen los frutos secos, las legumbres, la avena..etc), los cereales, las frutas y verduras y otras fuentes de fibra.
Los especialistas explican que el término «enfermedad coronaria» hace referencia a la acumulación de placa en las arterias del corazón, mientras que el término «enfermedad cardiovascular» se utiliza para describir a diferentes afecciones del corazón y los vasos sanguíneos, entre las que se cuentan el ataque cardíaco, el accidente cerebrovascular (ACV), la insuficiencia cardíaca y otros problemas.
El estudio permitió identificar que a mayor consumo de fibra se logra reducir ambos tipos de afecciones cardíacas. Al diferenciar por tipo de fibra se pudo observar que el consumo de fibra soluble permite una mayor reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación con la reducción que ofrece a los pacientes que padecen de una enfermedad cardíaca coronaria. Por otro lado, se identificó que la fibra del cereal reduce en mayor proporción el riesgo de enfermedad cardiaca coronaria, en comparación con los resultados obtenidos en los esfuerzos por reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
La Dra. Suzanne Steinbaum, cardióloga preventiva del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York destacó que «es esencial que las personas comprendan que los granos integrales (como la cebada, el trigo bulgur, el mijo, la quínoa, el arroz integral, el centeno, la avena y el trigo integral, junto con las frutas, las verduras, los frutos secos y las semillas) forman parte de una dieta saludable para el corazón».
Definición de ataque cardíaco
http://www.nhlbi.nih.gov/health-spanish/health-topics/temas/heartattack/