Científicos han demostrado que los injertos de células del músculo cardiaco, desarrolladas a partir de células madre embrionarias, son capaces de trabajar al unísono con el músculo cardíaco. Este tipo de tratamiento permitiría ayudar a prevenir arritmias y reforzar los latidos del corazón.
Científicos de la Universidad de Washington, bajo la dirección del profesor Michael Laflamme, realizaron un experimento con cerdos que tenían dañado el ventrículo izquierdo. Se pudo observar que aquellos cerdos que recibieron los injertos desarrollaron una remuscularización parcial del ventrículo y experimentaron menor número de arritmias.

Científicos de la Universidad de Washington, bajo la dirección del profesor Michael Laflamme, realizaron un experimento con cerdos que tenían dañado el ventrículo izquierdo. Se pudo observar que aquellos cerdos que recibieron los injertos desarrollaron una remuscularización parcial del ventrículo y experimentaron menor número de arritmias.
El doctor Laflamme manifiesta que: «estos resultados muestran importantes indicios de que los injertos de células del músculo cardiaco cumplen criterios fisiológicos para la regeneración del corazón, lo que respalda el desarrollo de las terapias cardiológicas con células madre embrionarias para su reparación mecánica y eléctrica».
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Nature, pero no es el primer estudio de este tipo que se realiza. Algunos de los investigadores del estudio ya habían participado en otro experimento que demostró que se podría aumentar la fuerza del latido del corazón utilizando transplantes de células cardíacas.