Un consumo excesivo o deficiente de sal durante el embarazo podría afectar el desarrollo de los riñones y causar hipertensión en el feto. Esta es la conclusión a la que llegaron un grupo de investigadores de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, tras realizar un estudio entre mujeres embarazadas. En este estudio se suministraron dosis de sal bajas (0.07%), intermedias (0.51%) y altas (3.0%) a mujeres durante su embarazo y el periodo de lactancia, realizando un análisis de la estructura del riñón de los bebés durante las semanas postnatales 1 y 12.

Se identificó que los hijos de aquellas mujeres que habían tomado altas y bajas dosis de sal durante su embarazo tenían un número de glomérulos menor que los hijos de aquellas que tomaron una cantidad de sal media. Además, la presión sanguínea de esos infantes fue mayor que en el caso de las madres que tomaron una cantidad media.

Investigaciones similares previas, indicaban que la ingesta excesiva de sal produce la secreción de esteroides cardiotónicos endógenos como el marinobufagenin (MBG) y altas cantidades de esta sustancia están relacionadas con bajo peso y presión sanguínea alta entre los recién nacidos.

Se analizó la estructura del riñon de los niños en las semanas 1 y 12 después del parto; además, se analizaron las proteínas asociadas al desarrollo de los riñones en el momento del nacimiento y al cumplir una semana de edad. Se midió la presión sanguínea con una telemetría en los niños varones entre los dos y nueve meses de edad.

Se identificó que aquellas personas con dietas con alta cantidad de sal, presentaban mayores concentraciones de marinogufabenin en el líquido amniótico y un incremento marcado tanto del GDNF como de su inhibidor, sprouty-1, en los riñones de los bebés.

En el grupo de madres con dietas bajas en sodio se identificó una menor carga de FGF-10, una señal genética que es responsable del desarrollo renal, mientras que los hijos del grupo de madres que consumieron mucha sal presentaron una menor expresión de Pax-2 y FGF-2, genes específicos que determinan el linaje celular, los patrones del tejido y la proliferación celular. Los resultados muestran que tanto si se toma poca sal, como si se consume esta sustancia en exceso puede afectar el desarrollo del feto, y afectar al niño años después de su nacimiento.

Fuente:
http://ajprenal.physiology.org/content/early/2011/05/12/ajprenal.00626.2010.abstract?sid=2018b63f-7eaa-4239-9a09-36330df76fe3