horsepills-by-darcynorman-FlickrHasta hace poco se desconocía que la suplementación dietaria era beneficiosa para la prevención de eventos cardiovasculares en pacientes de alto y bajo riesgo. El Omega 3 que se encuentra en los tejidos de ciertos pescados y generalmente es considerado como beneficioso para la prevención de males cardíacos, pero todavía los investigadores no pueden recomendarlo porque después de muchos estudios y análisis en ciertos pacientes,  este no ha sido tan efectivo.

¿A qué se debe la utilización de los ácidos grasos del Omega 3? Entre la población se atribuye al consumo de algunos pescados y vegetales mejoras en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares como la reducción de triglicéridos, riesgo de muerte, de infartos cardíacos y ritmos cardíacos anormales en personas con enfermedad cardiovascular, así como la disminución de presión sanguínea.

Los investigadores para estar seguros, hicieron una serie de análisis tomando como base  los estudios que se hicieron a los esquimales Inuit cuya población mostraba una tasa de muerte por enfermedades isquémicas del corazón solamente de 3.5% en mayores de 60 años.

Tanto el estudio Dart (Estudio de Dieta y reinfarto) como el Gissi (grupo italiano para el estudio de la Supervivencia al infarto al miocardio) concluyeron que la ingesta de `pescado dos veces por semana que proporcione entre 500 a 800 mg de Omega 3, puede reducir la mortalidad en los hombres con antecedentes de infarto agudo de miocardio

En cambio el Estudio NILSEN concluyó que no fue beneficioso el uso de dosis altas de Omega 3, a pesar del efecto favorable en los lípidos séricos. El estudio se hizo en pacientes que vivían en área costera y acostumbraban a consumir dietas ricas en pescado y alimentos de mar.

El estudio Scimo concluyó que el pacientes que recibieron aceite de pescado tenía una tendencia a ser mayor el colesterol y que la ingesta diaria de ácidos grasos Omega 3 modestamente mitiga el curo de arterioesclerosis coronaria.

Mientras tanto el estudio de Burr y Colaboradores determinaron que, a los hombres que se les aconsejó consumir aceite de pescado, particularmente aquellos que lo consumieron en cápsula, más bien presentaron un mayor riesgos de muerte cardíaca.

Por su parte el estudio de Albert y Colaboradores, concluyeron que los ácidos grasos Omega 3 encontrados en aceite de pescado, están fuertemente asociados con un riesgo reducido de muerte súbita entre hombres sin evidencia de enfermedad cardiovascular.

Después de revisar todos  los análisis y metaanálisis se determinó que la evidencia no es concluyente para emitir una  recomendación que considere la implementación del consumo de Omega 3 como estrategia de prevención primaria.

Todos coincidieron en que no existen pruebas para afirmar que las personas deben dejar de consumir fuentes ricas en  ácidos grasos Omega 3, pero se necesitan ensayos adicionales de alta calidad para confirmar el efecto protector anteriormente de los ácidos grasos omega-3 en aquellas personas con mayor

riesgo cardiovascular.

Omega 3

Son ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, denominados junto con los ácidos grasos Omega 6 como esenciales, debido a que el organismo no puede producirlos por sí solos sino que debe obtenerlos de otros alimentos. Estos ácidos grasos son precursores de las postaglandinas, los tromboxanos y los leucotrienos. El Omega 3 cumple posibles funciones antiinflamatorias, antitrombóticas, antirrítmicas, antiaterosclerótica, mejoramiento de la función endotelial, disminución de la presión sanguínea y disminución de las concentraciones de triglicéridos.

Un estudio desarrollado por la Division of Pulmonary and Critical Care Medicine, de la universidad Thomas Jefferson de Philadelphia, indica que existen evidencias que permitirían sugerir  que los suplementos dietarios con ácidos grasos Omega3 deberían ser considerados en la prevención secundaria  de eventos cardiovasculares.