Entre la población adulta las enfermedades cardiovasculares son frecuentes y costosas. Aunque frecuentemente se ha recomendado a los pacientes diversos tipos de intervenciones para prevenir la enfermedad, no se había realizado hasta el momento un análisis del impacto de una serie integral de actividades preventivas para reducir la mortalidad y morbilidad. Tras analizar datos de pacientes norteamericanos, un grupo de investigadores llegó a concluir que de realizarse la ejecución de todas las actividades preventivas, podría producirse un aumento del promedio de esperanza de vida de todos los adultos de Estados Unidos en al menos 1,3 años.

El análisis de datos se realizó a partir de la información obtenida de un modelo representativo de la población estadounidense (National Health and Nutrition Education Survey IV). No se realizó una intervención clínica entre los pacientes. Se utilizó el modelo de Arqímides para crear una poblaciòn simulada que se ajustara a la población estadounidense real. Para llevar un control de la mejoría de los pacientes se tomaron como medidas de evolución los resultados en salud, calidad de vida y costos médicos.
A partir del análisis de datos se identificó que el 78% de las personas adultas entre los 20 y 80 años, que viven en Estados Unidos son candidatos para realizar al menos una actividad preventiva. Se estima que si las personas se sometieran a actividades preventivas lograrían reducir los infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares en un 63% y un 31% respectivamente.

Se estima que de aplicarse todas las actividades preventivas se provocaría un incremento de 221 millones de años de vida entre la población  circundante, y se determinó que esta práctica permitía incrementar la esperanza de vida de las personas en promedio en 1,3 años.

En cuanto a las medidas específicas con mayores resultados, se identificó el suministro de aspirina para los pacientes de alto riesgo, realizar un control en caso de pre-diabetes, reducción de peso entre la población de pacientes obesos, reducir la presión arterial en personas con diabetes y disminuir la presencia de colesterol LDL en la sangre en pacientes que padecen enfermedades coronarias (EC).

La mayoría de actividades preventivas son costosas, porque al ser técnicas de reciente aparición los costos médicos directos son elevados. En este punto, dejar de fumar es la única estrategia preventiva que es considerara como una medida de ahorro para un periodo de tiempo de 30 años.

Se debe tener en cuenta que la implementación de actividades preventivas recomendadas a escala nacional puede ayudar a disminuir en gran proporción la indicencia de casos de enfermedades coronarias o afecciones cardio vasculares, que de otro modo serían padecidas por los adultos estadounidenses de hoy en los próximos años. Sin embargo debido a su elevado costo, resulta necesario encontrar estrategias que permitan reducir los costos y realizar actividades preventivas en forma masiva y de modo más eficiente.

Fuentes de Financiamiento

Este estudio fue financiado por las American Cancer Society, American Diabetes Association, y American Heart Association.

Contacto
Dirigir correspondencia a: Richard Kahn, PhD