5 metodologías activas para el aula

Conozca cinco metodologías activas que se podrían utilizar en clase para motivar a los alumnos en el propio aprendizaje y mejorar el protagonismo estudiantil en la escuela

Aquella imagen del profesor hablando toda la clase, los alumnos escuchando y anotando en los cuadernos el contenido está cada vez más sobrepasada. En los centros educativos, los nuevos métodos de enseñanza permiten más protagonismo a los estudiantes que participan de manera más activa en el propio proceso de aprendizaje.

Llamadas ‘metodologías activas’, estas nuevas formas de enseñanza-aprendizaje permiten que los alumnos, además de aprender contenidos, sean capaces de aplicarlos en situaciones reales, en proyectos y en la resolución de problemas. Uno de los principales objetivos de este modelo educativo es posibilitar el desarrollo de acciones más críticas, en equipo y participativas por parte del alumnado.

Con el método, se espera incrementar la motivación de las nuevas generaciones, mucho más enteradas que las anteriores, para el propio aprendizaje y, así, desarrollar habilidades y estrategias para actuar socialmente.

Conozca a continuación 5 metodologías activas populares que se podrán usar en el aula:

  1. Aprendizaje Basado en Problemas – En esta metodología, el profesor presenta un problema y los alumnos, en equipos, deben proponer soluciones en las que se apliquen contenidos vistos en el aula, de manera interdisciplinar. El objetivo es mejorar el conocimiento, la curiosidad y las habilidades para lograr resolver el problema. Además, la metodología estimula una actitud resolutiva por parte de los alumnos.
  2. Método del Caso – En esta metodología, el alumno debe desarrollar preguntas sobre el contenido para que enseguida intente contestarlas. El método del caso ha surgido en la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard, por el profesor Christopher Columbus Langdell, y ha revolucionado la forma de conducir la enseñanza de abogados, juristas y administradores de empresa. Este método tiene un efecto más analítico sobre el contenido, logra incrementar la curiosidad y desarrolla un raciocinio más científico.
  3. Aprendizaje Basado en Proyectos – En este método, los alumnos deben investigar un tema en equipos, elaborar un proyecto de forma democrática, con problemática y soluciones desde el material consultado. Es también una metodología interdisciplinar, y permite desarrollar el trabajo en equipo, estimular la creatividad y el trabajo de investigación.
  4. Simulación – En este método, los alumnos deben simular una acción o la resolución de un problema. Para eso, deberán cumplir tres etapas: la preparación, la simulación y la evaluación de lo ocurrido. La metodología permite vivir experiencias en las que el contenido es simulado, y así, permitir la participación más activa. Además, al programar y evaluar la simulación, se desarrolla en el alumno el pensamiento organizativo, crítico y resolutivo.
  5. Aprendizaje Cooperativo – En este trabajo, el enfoque de cooperación permite el trabajo colaborativo en el que cada uno podrá avanzar solamente si los otros también logran sus objetivos. El estudiante puede desarrollar un objetivo en común con lo demás, compartir su comprensión sobre el contenido, proponer soluciones y trabajar en cuestionamientos.

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Fuente: Metodologías activas para el aula: ¿cuál escoger? (Educación 3.0)

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