(Boletín Funiber 06 – 2009) Según el reporte de la Oxfam «El agua ante nuevos desafíos. Actores e iniciativas en Ecuador, Perú y Bolivia», más del 50% de los ríos que mayor demanda tienen en el país se encuentran contaminados. Se encuentran niveles muy altos de elementos contaminantes en los ríos Mantaro y Yauli (Junín), Chillón y Rímac (Lima); en la zona norte del país los ríos polucionados son el Chira, Piura y Llaucano. Asimismo, en la Amazonia la extracción de hidrocarburos ha generado impacto ambiental en los ríos Corrientes y Trompeteros.

El infome revela que los elementos tóxicos son especialmente el plomo, arsénico, cianuro, coliformes fecales, aceites y grasa de hidrocarburos. Esto es un problema serio, teniendo en cuenta que se trata de metales pesados, y altamente contaminantes, que pueden generar problemas de salud para los poblados cercanos a los ríos, ya que los habitantes se abastecen de agua para cubrir sus necesidades básicas.

El reporte también afirma que hay un problema de saturación, es decir que en la costa , zona donde se concentra el 70% de la población, se da un déficit hídrico; la población esta concentrada en zonas donde hay menos agua disponible. En la costa se dispone del 1.8% del agua de los ríos, caso contrario se da en la selva, donde la disponibilidad asciende a 97.7%. Si se hace una comparación, la diferencia es gigantesca, por ejemplo un habitante de la costa puede usar 2.000 metros cúbicos de agua al año, mientras que un amazónico 291.000 . Inclusive en Ecuador, cuya franja costera alberga al 71 por ciento de su población, cada persona dispone de 12 mil metros cúbicos de agua al año, seis veces mas que en la costa peruana.

El informe elaborado por un grupo de investigadores, entre ellos Maria Teresa Oré, Laureano del Castillo, Saskia Van Orsel: confirma también que las disputas por el agua están aumentando debido a que la disponibilidad del agua disminuye, las demandas crecen y esto origina tensiones sociales.

La disminución de la disponibilidad del recurso se debe a varios factores: el cambio climático, el calentamiento global, que permite el deshielo de los glaciares, la sedimentación, la destrucción de la vegetación en las cabeceras de cuenca, las actividades agro exportadoras, la actividad minera y la demanda energética que origina la extracción en exceso de aguas del subsuelo.

Todos estos factores agudizan el estrés hídrico y estimula la aparición de conflictos y tensiones por el control del recurso. Ante este panorama , el especialista del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES), Laureano del Castillo considera que es necesario perfeccionar la Ley de Recursos Hídricos, para mejorar el manejo de las cuencas, lo que permitirá un control integral de las mismas y así evitar conflictos.

Para Oxfam Internacional, una gestión eficiente del agua debe permitir el manejo integral de las cuencas, además se deben nombrar autoridades ambientales fuertes e independientes, un sistema de reglas y sanciones y sobre todo garantizar la participación de los sectores involucrados en la toma de decisiones.

Se tiene que considerar que ya se están desarrollando iniciativas en cuanto al tema del manejo del agua. La subsecretaría de Protección Ambiental Minera, Lucía Ruiz, ha presentado un proyecto de remediación de la contaminación de los principales ríos de la cuenca del río Puyango, en Tumbes. Con la ejecución del proyecto se pretende la recuperación de residuos o deslaves contaminantes que se encuentran en la ribera de los ríos. El proyecto contempla la concientización de los propietarios de plantas de recuperación y la socialización de los objetivos y beneficios para lograr que la explotación minera se realice con nuevos sistemas que permitan evitar la contaminación de las aguas.