Gestionando a los colaboradores perfeccionistas

Un perfeccionista hace un trabajo excelente, pero cuando no está en equilibrio puede perderse en su mente

Los perfeccionistas se sienten bien logrando objetivos, manteniendo gran atención en los detalles y ejecutando proyectos que les proporcionen reconocimiento. Pero cuando su mente pierde el equilibrio, la preocupación por lograr la perfección puede llevarlos a perder algunas fechas límite, caer en el miedo a delegar, o pueden perder mucho tiempo supervisando los detalles de pequeñas tareas que no suman mayor valor al objetivo final. Cuando un perfeccionista se torna obsesivo con los detalles puede perder mucho tiempo trabajando en pequeños proyectos y puede perder de vista el objetivo del grupo, causando problemas al equipo.

Una persona perfeccionista procura lograr un trabajo excelente y persigue lograr un trabajo libre de errores, bajo estándares muy altos, y sucede que incluso cuando el trabajo se ha hecho bien ellos siempre encuentran alguna falla. Cuando el apego por la perfección se torna dañino puede generar incluso enfermedades como la depresión, trastornos alimenticios, trastorno obsesivo compulsivo, ansiedad generalizada, estrés severo, baja autoestima y en casos extremos se puede llegar incluso al suicidio, como ocurre en la competitiva sociedad japonesa.

Un gerente puede gestionar el potencial de una persona perfeccionista minimizando las desventajas de su obsesión por la perfección. Los especialistas de mindtools.com consideran que existen algunas estrategias que nos pueden ayudar a mejorar el desempeño de los perfeccionistas.

Se debe tener en cuenta que las personas que son perfeccionistas pueden tener dificultades con el manejo de las críticas constructivas y pueden perder mucho tiempo gestionando el trabajo de otros cuando delegan una tarea, afectando el desempeño del equipo porque someten una tarea a continuas revisiones.

Desde luego hay tareas que exigen un nivel de perfección óptimo, cuando está en juego la vida y la salud de las personas, o proyectos que involucran grandes cantidades de dinero, pero hay otras tareas que no requieren de un gran nivel de perfección y se pueden administrar con mayor velocidad, en todo esto, como en la vida, se requiere encontrar un punto de equilibrio.

Cuando un perfeccionista es atrapado por una idea obsesiva de perfección en su trabajo, entonces se torna menos productivo que los demás por el simple hecho de realizar continuos ajustes a sus tareas. Pero no se debe entender mal esta actitud de un perfeccionista, en realidad esa persona está comprometida con su trabajo y quiere realizar una buena labor, pero necesita ayuda para tener una perspectiva más amplia.

Una de las sugerencias del equipo de Mindtools pasa por ayudarle a los perfeccionistas a desarrollar una percepción más realista de ellos mismos, y del impacto que tiene su trabajo en el resto del equipo, procurando que ellos identifiquen los momentos en los que el gusto por la perfección se torna obsesivo, les puede ayudar por ejemplo llevar un diario en le que registran esos momentos.

Al tratar este tipo de temas se debe ser amables y agradecer a las personas por su compromiso con la calidad del trabajo, para luego hacerle ver a la persona que su comportamiento está afectando su desempeño y el desempeño de otros, siendo específico acerca de los problemas que se han identificado.

Se puede ayudar a un perfeccionista a darse cuenta de sus actitudes brindándole un nuevo reto y pidiéndole que sea observador de sus propias actitudes frente a las tareas que realiza, de esa forma podrá identificar cuándo pierde el equilibrio. Se debe procurar alertar a un perfeccionista cuando está perdiendo el tiempo en una tarea que no tiene realmente importancia, procurando brindarle una solución alternativa, recordándole los objetivos más importantes de un proyecto.

El gerente de un proyecto debe ayudar a los perfeccionistas a comprender el impacto de sus acciones en el presupuesto del proyecto, en aquellas ocasiones en las que no cumplen a tiempo con una fecha pactada o cuando se exceden en el presupuesto, haciéndoles ver todas las implicaciones que tienen sus acciones, para luego desarrollar tareas correctivas.

Se debe revisar con un perfeccionista sus planes de acción y recomendar cambios que les permitan cumplir con las fechas establecidas en los cronogramas, de forma que no se complique el cumplimiento de las fechas límite.

Se debe ayudar también a las personas a delegar sus tareas y lograr que tengan mayor confianza en el equipo, procurando que ellos observen que no deben estar pendientes de todos los detalles y le den a los integrantes del equipo la oportunidad de aprender.

Los gerentes deben tener en cuenta que una persona perfeccionista que se torna obsesiva no puede tomar a cargo grandes proyectos porque su obsesión por los detalles jugará en su contra, afectando a los miembros de todo el equipo, e incluso contra ellos mismos. Una persona muy perfeccionista puede realizar muy bien tareas con un resultado específico que requiere gran cantidad de atención, sin depender de muchas personas, en ese tipo de puestos podrían ser muy productivos y desempeñarse muy bien.

Los estudiantes del área de Empresas de FUNIBER aprenden a gestionar las habilidades de sus colaboradores para lograr desarrollar con éxito grandes proyectos.

Fuente: Mindtools

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