Opiniones FUNIBER: Exalumna recibe premio por proyecto de mediación

Trabajo de mediación orientado a reducir la violencia en las escuelas recibe reconocimiento

La Asociación Madrileña de Mediadores otorgó el premio AMMI al mejor proyecto de fin de Curso de Mediación a Sandra Martínez Domingo, exalumna becada por FUNIBER, por su trabajo “Prevención de la violencia en el ámbito escolar: prácticas restaurativas”, presentado como proyecto final del Posgrado de especialización en Resolución de Conflictos y Mediación Social. A continuación la ganadora del premio nos brinda detalles sobre su trabajo.


La violencia escolar es un problema que preocupa a personas de todo el mundo. En los últimos años el acoso o maltrato dirigido a ciertos estudiantes, ha sido la causa de la muerte de muchos menores a nivel global. En los ministerios de educación de cada país se han adoptado distintas estrategias para reducir la violencia en las escuelas. Sandra Martínez procuró aportar una solución a este problema desarrollando un plan de prevención que tiene como pilar base la mediación y los círculos de paz, para promover un ambiente pacífico en las instituciones educativas. Desde su punto de vista, el valor de aplicación de este trabajo le permitió ganar el premio AMMI.

Martínez explica que en su proyecto ha delineado conceptualmente conflicto y violencia, para luego abordar el diseño de un plan de prevención en el que «se apuesta por un modelo de gestión de conflictos de tipo reintegrador y relacional, dejando de lado medidas meramente punitivas y autoritarias que han demostrado ser ineficaces«.

Círculos de paz
La investigadora explica que la estrategia a aplicar para reducir la violencia en las escuelas, está basada en prácticas restaurativas, en este caso, en círculos de paz, que son reuniones en las cuales “los participantes se disponen formando una circunferencia para compartir experiencias, necesidades y expectativas y, si se requiere, debido al desarrollo de un conflicto, se enfatiza en la reparación a través de un proceso grupal y colectivo opuesto al castigo. El uso regular de los círculos sirve para mejorar la comunicación, como forma de debatir y llegar a acuerdos, para tratar pequeños conflictos y prevenir otros”.

Martínez resalta que el objetivo del plan de prevención que propone es “mejorar la convivencia escolar incidiendo en el desarrollo ético y moral, socioafectivo e intelectual del alumnado, entrenándoles en habilidades y competencias sociales y mejorando la calidad de las relaciones interpersonales entre todos los miembros de la comunidad educativa”.

La mediación como estrategia para reducir la violencia escolar es, de acuerdo a Sandra Martínez, una solución de “muy bajo coste”. La investigadora explica que aquellos países que han utilizado medidas similares “han obtenido resultados muy satisfactorios y relevantes”, al lograr recortar la tasa de absentismo y conseguir una significativa reducción de la violencia en las escuela.

El rol de los mediadores
La violencia no solo se oculta en las escuelas. Vivimos en un mundo muy dinámico, complejo y diverso, un entorno en el que las relaciones humanas se pueden romper con facilidad; En este contexto, explica Martínez, surge la figura del mediador como un “elemento facilitador en la construcción de puentes de diálogo y en la reconstrucción de las relaciones”. En el proceso, el mediador se transforma en el “garante de que todas las personas tengan voz y tomen un rol activo” en la solución de un conflicto.

De acuerdo a la investigadora, actualmente el reto para los mediadores radica en logar que la mediación sea reconocida “como una herramienta en cualquier ámbito de las relaciones humanas”, para mejorar los lazos que nos unen. Adicionalmente destaca que se debe lograr el reconocimiento del mediador por su propia competencia, “es importante que los mediadores sean legitimados por el conjunto de sus actuaciones ajustadas a un colectivo experto, pues siguen la metodología de otras profesiones ya configuradas”.

En opinión de la ganadora del premio AMMI, la multiculturalidad es un desafío actual, que es alimentado por un alto porcentaje de inmigración. La mediación ofrece en este contexto una contribución efectiva para potenciar la interculturalidad, si se considera que, al diseñar toda intervención, se pueden tener en cuenta las posibles diferencias culturales de los involucrados, para hacer énfasis en los puntos de encuentro y generar una empatía mutua.

Sandra es graduada en Criminología por la Universidad de Barcelona y se especializó en Resolución de Conflictos y Mediación Social con FUNIBER. Ella manifiesta que desea trabajar como mediadora social porque le motiva el trato con las personas y “colaborar en el acompañamiento a la solución de conflictos diarios”, sobre todo en entornos educativos, por ello manifiesta: “mis estudios giran en torno a la gestión y resolución alternativa de conflictos, destacando el valor de las prácticas restaurativas como método de prevención de la violencia, especialmente en el ámbito escolar y en el ámbito comunitario”.